- Alivia el dolor localizado en el hombro, permitiéndote recuperar la movilidad sin molestias.
- Reduce la inflamación mediante técnicas específicas de fisioterapia, favoreciendo una curación más rápida.
- Aumenta la flexibilidad y fuerza del músculo redondo menor, preveniendo futuras lesiones.
- Mejora la postura general del hombro, evitando compensaciones y dolores en otras áreas.
- Personaliza el tratamiento de fisioterapia según tus necesidades específicas, maximizando la efectividad de cada sesión.
- Evita la cirugía al optar por métodos naturales y no invasivos de recuperación de la tendinitis.

¿Qué es la tendinitis del redondo menor?
La tendinitis del redondo menor es una inflamación del tendón de un músculo pequeño situado en la parte posterior del hombro.
Este músculo, aunque discreto, juega un papel crucial en la rotación externa del brazo.
Cuando su tendón se inflama o irrita, puede provocar dolor y limitación en el movimiento del hombro.
¿Cuáles son los síntomas?
Puede que experimentes los siguientes síntomas si sufres de tendinitis del redondo menor:
- Dolor: Generalmente, se siente en la parte posterior del hombro.
Puede ser constante o aparecer solo cuando realizas ciertos movimientos.
- Debilidad muscular: Podrías notar que tienes menos fuerza al intentar levantar objetos o realizar actividades que requieran la rotación externa del brazo.
- Limitación en el rango de movimiento: El dolor y la inflamación pueden hacer que sea difícil mover tu brazo de ciertas maneras.
- Hinchazón y sensibilidad: La zona puede estar inflamada y ser sensible al tacto.
¿Qué causa la tendinitis del redondo menor?
Varias pueden ser las causas de esta afección.
Generalmente, se asocian con:
- Sobrecarga o uso excesivo: Actividades repetitivas que implican el movimiento del hombro, como deportes o ciertos trabajos, pueden provocar la inflamación del tendón.
- Traumas o lesiones: Una caída sobre el brazo o golpes directos pueden desencadenar la tendinitis.
- Postura incorrecta: Mantener el hombro en posiciones incómodas durante largos períodos también puede originar esta condición.
- Envejecimiento: Con el paso del tiempo, los tendones se vuelven menos flexibles y más susceptibles a la inflamación.
Diagnóstico
Para un diagnóstico preciso de la tendinitis del redondo menor, el fisioterapeuta considerará diferentes herramientas y pruebas:
- Examen físico: El especialista evaluará tu rango de movimiento, fuerza y sensibilidad en la zona afectada.
- Historia clínica: Es importante contarle al médico o fisioterapeuta sobre cualquier actividad que pueda haber contribuido a la afección.
- Pruebas de imagen: En algunos casos, se pueden recomendar radiografías o resonancias magnéticas para descartar otras condiciones y confirmar la inflamación del tendón.
Tratamientos recomendados
Existen diferentes enfoques para tratar la tendinitis del redondo menor, todos enfocados en reducir la inflamación, aliviar el dolor y restaurar la función del músculo.
Aquí tienes algunas opciones:
- Descanso y modificación de actividades: Es esencial evitar actividades que exacerben el dolor para permitir que el tendón se recupere.
- Terapia de frío y calor: Aplicar compresas frías puede ayudar a reducir la inflamación, mientras que el calor puede aliviar la rigidez muscular.
- Medicamentos antiinflamatorios: Tu médico puede recomendarte medicamentos de venta libre para reducir la inflamación y el dolor.
- Fisioterapia: Un fisioterapeuta diseñará un programa de ejercicios específico para fortalecer los músculos del hombro y mejorar el rango de movimiento.
- Inyecciones de corticoides: En casos graves, estas inyecciones pueden reducir la inflamación y el dolor de manera más rápida.
Ejercicios y recomendaciones preventivas
Para evitar la tendinitis del redondo menor y prevenir su recurrencia, es fundamental incorporar ciertas prácticas y ejercicios en tu rutina diaria:
- Ejercicios de fortalecimiento: Fortalecer los músculos del manguito rotador puede proporcionar mayor estabilidad y soporte al hombro.
- Ejercicios de estiramiento: Mantener una buena flexibilidad en los músculos del hombro puede reducir el riesgo de lesiones.
- Mantén una buena postura: Evita posiciones que pongan tensión innecesaria en el hombro.
- Calentamiento adecuado: Antes de realizar actividades físicas, asegúrate de calentar adecuadamente para preparar tus músculos y tendones.
- Escucha a tu cuerpo: Si sientes dolor o molestia, dale tiempo a tu cuerpo para descansar y recuperarse.
¿Cuándo consultar a un especialista?
Aunque el dolor de hombro puede parecer una molestia menor, es importante buscar atención profesional si:
- El dolor persiste por más de unos pocos días.
- Sientes debilidad significativa en el hombro o brazo.
- Experimentas hinchazón notable o deformidad en la zona.
- El dolor interfiere con tus actividades diarias.
Conclusión
La tendinitis del redondo menor puede ser una condición dolorosa y limitante, pero con el enfoque adecuado de tratamiento y prevención, puedes mejorar significativamente tu calidad de vida.
Si experimentas síntomas, no dudes en consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
En Tendinitis ONE, estamos aquí para ayudarte con la fisioterapia especializada que necesitas para retomar tus actividades diarias sin dolor.