- La fisioterapia es esencial para tratar la tendinitis y recuperar la movilidad de la zona afectada.
- El uso de antiinflamatorios puede ser útil para reducir la inflamación y el dolor causado por la tendinitis.
- Aplicar terapias de frío y calor puede aliviar los síntomas de la tendinitis de manera efectiva.
- Los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento son vitales para recuperar la movilidad y prevenir recurrencias.
- En algunos casos, las inyecciones de corticosteroides pueden ser recomendadas para reducir la inflamación y el dolor severo.
- Consultarte con un profesional de la salud es clave para obtener un plan de tratamiento personalizado para tu tendinitis.

Tratamiento para la tendinitis
La tendinitis es una condición dolorosa e incapacitante que afecta a los tendones, las estructuras que conectan los músculos a los huesos.
Puede surgir por sobreuso, lesiones repetitivas o envejecimiento general.
Afortunadamente, hay varias opciones de tratamiento disponibles para aliviar el dolor y restaurar la movilidad.
Aquí te presentamos las diversas alternativas que podrás considerar.

Opciones de tratamiento para aliviar la tendinitis
Fisioterapia y ejercicios
La fisioterapia es una de las herramientas más efectivas para tratar la tendinitis.
Un fisioterapeuta profesional puede diseñar un plan de ejercicios específicamente adaptado a tus necesidades, centrado en fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad de los tendones afectados.
- Ejercicios de estiramiento: Ayudan a mantener la elongación y flexibilidad de los tendones y músculos involucrados.
- Ejercicios de fortalecimiento: Mejoran la capacidad de resistencia y evitan futuras lesiones al fortalecer los músculos adyacentes.
- Terapia manual: Técnicas como masajes y manipulaciones para aliviar el dolor y mejorar la movilidad.
Medicamentos y antiinflamatorios
El uso de medicamentos también es común para el manejo de la tendinitis.
Los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como el ibuprofeno o el naproxeno son frecuentemente recetados para reducir la inflamación y el dolor.
- Analgésicos: En casos de dolor intenso, el uso de analgésicos bajo supervisión médica puede ser necesario.
- Infiltraciones de corticoides: Inyecciones que pueden proporcionar alivio a corto plazo reduciendo la inflamación severa.
Terapias adicionales
Existen otras terapias que, al complementar la fisioterapia y los medicamentos, pueden ofrecer un alivio sustancial y favorecer la recuperación completa.
- Terapia con ultrasonido: Utiliza ondas de sonido de alta frecuencia para aumentar la circulación y aliviar el dolor.
- Terapia con láser: Reduce la inflamación y acelera el proceso de curación al estimular los tejidos con luz de baja intensidad.
- Electroterapia: Uso de corrientes eléctricas para reducir el dolor y la inflamación, promoviendo la recuperación.
Reposo y modificaciones en la actividad
El reposo es esencial para permitir que el tendón inflamado se recupere.
Evitar actividades que exacerben la lesión es fundamental durante las etapas iniciales del tratamiento.
- Uso de férulas o soportes: Inmovilizar la zona afectada para permitir una curación adecuada.
- Modificaciones ergonómicas: Ajustes en el entorno de trabajo o actividades diarias para reducir el estrés sobre los tendones implicados.
Cirugía
En casos severos donde otros tratamientos no han sido efectivos, puede ser necesario recurrir a una intervención quirúrgica.
Este procedimiento puede reparar un tendón dañado o desgarrado, eliminando el tejido inflamado y permitiendo la restauración de la función normal.
La cirugía para la tendinitis suele ser el último recurso y sólo se considera cuando todas las demás opciones de tratamiento han fracasado.
Prevención y mantenimiento
Una vez que has superado la tendinitis, es crucial mantener ciertas prácticas para evitar futuras recurrencias.
- Calentamiento y estiramiento: Siempre realiza calentamientos adecuados antes de cualquier actividad física y estiramientos posteriores para mantener la flexibilidad.
- Fortalecimiento continuo: Mantén un programa regular de fortalecimiento muscular para soporte de los tendones.
- Control del peso: Mantén un peso saludable para reducir el estrés sobre tus tendones.
- Mantén una buena postura: La postura adecuada puede prevenir la tensión innecesaria sobre los tendones.
En resumen, el tratamiento para la tendinitis puede ser multifacético, combinando diversas técnicas y enfoques para lograr la recuperación completa.
La fisioterapia, el uso de medicamentos, terapias adicionales y, en casos extremos, la cirugía, son opciones a considerar.
Además, la prevención y el mantenimiento a largo plazo son cruciales para evitar recurrencias y mantener una vida activa y libre de dolor.