- Incorpora rutinas de estiramiento antes y después de cualquier actividad física para preparar y relajar tus músculos.
- Realiza ejercicios de fortalecimiento específicos para los tendones, enfocados en áreas propensas a la tendinitis.
- Utiliza técnicas de fortalecimiento progresivo para evitar sobrecargar los tendones y prevenir lesiones.
- No subestimes el poder de la hidratación adecuada; los tendones bien hidratados son más flexibles y menos propensos a lesiones.
- Introduce variaciones en tu rutina deportiva para reducir el riesgo de movimientos repetitivos que causan tendinitis.
- Escucha a tu cuerpo, haz pausas si sientes dolor y permite un descanso adecuado para una recuperación óptima.